Ruinas de la Chartreuse de Prémol

La Chartreuse de Prémol: este nombre procede del latín Pratis Mollis, el Prado Suave. En la actualidad, el monasterio está destruido. Sólo quedan dos edificios: la casa forestal y las ruinas de la casa del portero, destruidas por un incendio en 1989.
Situada a 1095 m de altitud, la Cartuja de Prémol, una de las primeras cartujas femeninas, fue fundada en 1234 por la esposa del delfín Guigues André, Beatriz de Montferrat.
Los dominios del convento eran especialmente vastos, con 397 hectáreas, y se extendían desde Alberges, la Faurie y Vaulnaveys-le-Bas hasta "les arselles". El monasterio disfrutaba de rentas y pensiones, poseía molinos, serrerías, minas de hierro, martillos, bosques, granjas y "vacheries". Estos bienes eran administrados por un padre fiscal que residía en Prémol. El monasterio cartujo albergaba a unas sesenta personas, entre ellas 35 monjas, y sus especialidades eran la farmacia y la preparación de elixires.
Los edificios del convento ocupaban la zona comprendida entre las ruinas de la actual portería y la casa forestal. Comprendían una iglesia, un claustro, capillas, celdas, refectorio, cocina, lencería, bodegas, botica, lavaderos, establos y jardines.
Cubiertas en un principio con tejados de tablones de madera, fueron incendiadas dos veces, en 1467 y 1707. También fueron víctimas de los hugonotes en 1563, en la época de las Guerras de Religión, y de los revolucionarios en 1789.
Con la supresión de las comunidades religiosas, las monjas cartujas tuvieron que abandonar el lugar, la propiedad se vendió y el bosque y sus dependencias se confiaron a la administración forestal, a la que siguen perteneciendo hoy en día.
Cabe señalar que, en 1821, las antiguas monjas hicieron retirar los restos de algunas de sus antiguas compañeras, pero dejaron las cenizas de la Delfina Beatriz y de su hijo Guigues, cuyas tumbas se encontraban en la iglesia, cerca del altar.